¿Qué es la tortícolis?
Después de dormir mal por la noche, una persona se puede levantar con el cuello rígido, lo que hace que sea difícil y doloroso mover y girar la cabeza. Esto se llama tortícolis (del latín torticollis: “cuello torcido”) y puede afectar a adultos, niños y hasta bebés.
Aunque se trata de algo incómodo y molesto, el tortícolis no suele ser nada por lo que nos debamos preocupar. La mayoría de los niños que la desarrollan se encuentran mejor al cabo de un par de días con solo un poco de descanso y relajación.
Origen
Esta patología es producto de la hiperextensión excesiva de los músculos cervicales al inclinar hacia un lado la cabeza que produce que los mismos se contraigan sostenidamente dando origen a dolor y rigidez.
Los principales músculos que se lesionan, en orden de frecuencia, son el angular del omóplato, esternocleidomastoideo, el trapecio y los escalenos (anterior, medio y posterior). No obstante los músculos paravertebrales internos pueden resultar lesionados.
Problemas psicológicos como el estrés o la ansiedad pueden incidir en la aparición de este trastorno muscular.
De igual forma, un latigazo cervical durante un accidente automovilístico podría hacer que los músculos cervicales se distiendan bruscamente dando origen a una tortícolis.
Este trastorno puede clasificarse según la dirección que tome la cabeza y el cuello, laterocollis (sucede cuando la cabeza se acerca a un hombro), tortícolis rotacional (cuando gira hacia un lado del eje longitudinal), anterocollis (hacia adelante) y retrocollis (hacia atrás).
Síntomas
Los síntomas de la tortícolis son de fácil detección. Normalmente, los pacientes sufren dolor cervical, movimiento limitado en la zona del cuello y rigidez del músculo esternocleidomastoideo. Además, se observa una postura anormal de la cabeza.
Otros síntomas característicos de la tortícolis suelen ser el dolor de cabeza y un ligero temblor de esta e hinchazón de los músculos del cuello, lo que provoca la limitación en los movimientos.
Las causas de la tortícolis pueden ser:
Hereditaria por influencia genética o adquirida.
Como resultado de una lesión muscular provocada por una mala postura o movimiento brusco.
También el estrés o la fatiga pueden predisponer a ella.
Una lesión traumática (latigazo cervical) o dormir en una posición incómoda.
Infecciones bacterianas o víricas.
Secundaria a una hernia de disco a nivel cervical.
Idiopática.
Afectación del sistema nervioso o factores hereditarios.
Estar expuesto a un ambiente frío o tener contacto directo con algún objeto o material frío de manera prolongada puede provocar espasmo muscular.
Alteraciones vertebrales como la hernia de disco, escoliosis o alteraciones de las vértebras C1 y C2.
La ingesta de ciertos medicamentos.
Tipos de tortícolis
Tortícolis muscular congénito: Originada por una mala posición uterina en la que se desvía la cabeza que cursa con asimetría facial y del cráneo llamada PLAGIOCEFALIA.
Tortícolis del recién nacido o del niño: Presenta una tumefacción de forma ovoide a nivel del tercio inferior del ECOM. Este tumor se desarrolla en un periodo aproximado de 2 meses y después se reabsorbe.
Tortícolis muscular: Aquella que aparece por las causas ya mencionadas anteriormente, es la más común y suele aparecer con frecuencia en la sociedad actual.
Pruebas y exámenes
El proveedor de atención médica realizará un examen físico. El examen puede mostrar:
Que la cabeza está rotada, ladeada o inclinada hacia adelante o hacia atrás. En casos graves, toda la cabeza está desplazada y doblada hacia un lado.
Músculos del cuello más cortos o más largos.
Los exámenes que se pueden hacer incluyen:
Radiografía del cuello
Tomografía computarizada de la cabeza y el cuello
Electromiografía (EMG) para ver cuáles músculos están más afectados
Resonancia magnética de la cabeza y el cuello
Exámenes de sangre para buscar afecciones médicas que estén asociadas con la tortícolis
Tratamiento para la tortícolis
El tratamiento para la tortícolis depende de la causa. Para la tortícolis idiopática, la más común, es habitual que se receten medicamentos. Sin embargo, existen otras opciones de tratamiento, como la fisioterapia. Pero conseguir este tipo de tratamiento por las vías habituales no suele ser fácil o, al menos, tan rápido como se necesita. ¿O sí? Teniendo un seguro de salud privado, es mucho más fácil y rápido conseguir un tratamiento rápido y eficaz para la tortícolis y otros problemas de salud de tipo muscular.
¿Cuándo debería llamar al médico?
Si el dolor de su cuello no mejora en absoluto después de aplicar las medidas antes explicadas y de mejorar la comodidad del lugar donde duerme, hable con su médico. Los médicos diagnostican la tortícolis preguntando por cómo empezaron los síntomas (por ejemplo, tras una fiesta de pijamas) y a través de una exploración física.
Las personas que se han lesionado el cuello o aquellos cuya tortícolis no mejora al cabo de pocos días deberán hacerse una radiografía para evaluar la posición de su columna vertebral. Es posible que usted deba visitar a un especialista si la inclinación de su cuello persiste durante más de una semana.
Algunos síntomas pueden ser signos de afecciones subyacentes que podrían provocar una tortícolis. Llame al médico si usted tiene la cabeza torcida y también alguno de los siguientes síntomas:
No puede mover el cuello
Tiene fiebre, dolor de cabeza, dolor de garganta o babea
Tiene dificultades para tragar, comer y/o beber
Se queja de cambios en la vista
Ha empezado a tomar un nuevo medicamento hace poco
Se comporta de una forma extraña
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