Esguinces
Puntos importantes sobre los esguinces y los desgarros
Un esguince o torcedura es una lesión del ligamento (el tejido que conecta dos o más huesos en una articulación o coyuntura). Cuando ocurre un esguince, uno o más ligamentos se estiran o desgarran.
Un desgarro o distensión es una lesión del músculo o del tendón (cuerdas fibrosas de tejido que conectan el músculo al hueso). Cuando ocurre un desgarro, el músculo o tendón se estira o se rompe.
Cualquier persona puede tener un esguince o desgarro.
Los síntomas de un esguince incluyen: dolor, hinchazón, moretón y uso limitado de la articulación.
Además del dolor, los síntomas de un desgarro incluyen: espasmos musculares, hinchazón, calambres y dificultad para moverse.
Es importante ver a un médico si tiene un esguince o desgarro muy doloroso, para que pueda recibir el tratamiento adecuado.
La cantidad de tiempo que necesita para sanar completamente después de un esguince o desgarro depende de la persona y del tipo de lesión.
Si intenta volver a las actividades normales o actividades deportivas demasiado pronto, puede lesionar el área otra vez.
¿Qué síntomas produce el esguince de tobillo?
Los síntomas característicos son:
Dolor intenso e inflamación en el tobillo junto con un antecedente de traumatismo. El dolor impide realizar la actividad habitual y la práctica de deporte.
Chasquido o crujido audible de la articulación en el momento de la lesión (no siempre se produce).
Dificultad para apoyar el pie.
Pueden aparecer hematomas (moratones).
Inestabilidad de la articulación.
Causas de los esguinces
Una caída, una torsión brusca o un golpe que implican la pérdida de la posición normal de una articulación pueden provocar un esguince, con el resultado de un estiramiento excesivo o una rotura del ligamento que estabiliza dicha articulación.
Los esguinces suelen afectar a articulaciones como el tobillo, la rodilla o la muñeca, aunque pueden producirse en cualquier otra articulación del cuerpo.
Los extremos inferiores de la tibia y el peroné forman, junto al hueso del talón, la articulación del tobillo, que está sostenida por varios ligamentos. La mayor parte de los esguinces de tobillo se producen cuando el pie se tuerce hacia el interior (lesión por inversión) al correr, saltar o caerse, derivando en la lesión de uno o más ligamentos laterales. El ligamento más frecuentemente afectado es el talofibular anterior, seguido del calcaneofibular
Tipos de esguinces de tobillo según mecanismo de lesión
Las estructuras ligamentosas lesionadas van a variar según el mecanismo lesionante:
Esguinces por inversión: resulta ser el más frecuente y se origina producto de un extremo movimiento de inversión y flexión plantar. Los ligamentos que estabilizan estos movimientos son los que resultan lesionados, estos son: el peroneo calcáneo y los peroneos astragalino anterior y posterior.
Esguinces por eversión: es menos común que la anterior, su mecanismo de lesión implica un movimiento de eversión. Las estructuras que estabilizan este movimiento son las ramificaciones ligamentosas del lig. Deltoideo, las cuales son los siguientes ligamentos: tibio calcáneo y los tibioastragalinos anterior y posterior.
Esguinces por rotación externa o pronación: también conocido como esguince alto de tobillo o esguinces de las sindesmosis (art. tibioperonea), son lesiones más severas que las anteriores y requieren una gran cantidad de fuerza para que se originen, por lo que claramente es infrecuente en la población general, siendo más recurrentes en deportistas y atletas de alto rendimiento. El mecanismo lesivo consiste en una rotación externa y / o la dorsiflexión del tobillo y pronación.
Los esguinces se clasifican en:
Esguince de primer grado: Se produce una distensión de los ligamentos. Aparece dolor moderado, escasa inflamación y movilidad articular normal.
Esguince de segundo grado: Se produce una rotura parcial de los ligamentos. Cursa con dolor intenso, inflamación y hematoma con perdida relativa de la movilidad.
Esguince de tercer grado: Son los más graves y suponen la rotura completa de uno o más ligamentos. El dolor es muy intenso, cursan con gran inflamación y perdida importante de la función manifestando una clara inestabilidad articular. El tratamiento en ocasiones puede ser quirúrgico.
¿Cómo se diagnostican los esguinces de tobillo?
Para diagnosticar un esguince de tobillo, el médico te hará preguntas sobre la lesión que te has hecho y te explorará el pie lesionado. Te evaluará los huesos y el tejido blando del tobillo, observará la gama de movimientos de tu tobillo y te hará varias pruebas de fuerza.
Es posible que también quiera hacerte una radiografía u otras pruebas de diagnóstico por la imagen para saber si presentas algún otro tipo de lesión, como un hueso roto o fractura.
Los médicos pueden tratar los esguinces de mayor gravedad con férulas o escayolas. En contadas ocasiones, puede ser necesario operar.
Tratamiento
Tras la lesión es importante aplicar hielo inmediatamente para así reducir la inflamación producida por la lesión. Es aconsejable envolver el hielo en un trozo de tela y no aplicarlo directamente sobre la piel.
Vendar la zona afectada firmemente, pero no apretado, para limitar el movimiento. Si fuera necesario, habría que utilizar una férula.
Mantener elevada la extremidad afectada por encima del nivel del corazón.
Mantener el área lesionada en reposo durante varios días y, a la hora de caminar, es aconsejable el uso de muletas; minimiza la hinchazón y disminuye los hematomas.
Para el dolor, medicamentos antiinflamatorios como el ácido acetilsalicílico o el ibuprofeno pueden ayudar a aliviarlo.
Tras tratar la articulación, es recomendable ejercitarla y así evitar la rigidez y aumenta la fuerza, evitando ejercicios que puedan provocar dolor.
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